Cuando yo sea congresista, tengo que presentar un nuevo proyecto de ley resucitando al diablo y poniéndolo en pleno ejercicio de sus antiguas funciones. Nos hace falta el diablo, que nos lo devuelvan. Cuando vivía el diablo y había infierno menos vicios y picardías imperaban en mi tierra. Por temor a los tizones y al plomo derretido, los pecadores se miraban y remiraban para cometer crímenes que actualmente son moneda corriente.
Fragmento en: El alcalde de Paucarcolla (1614) De como el diablo cansado de gobernar en los infiernos, vino a ser alcalde en el Perú.
Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma