La conocí de casualidad, había ingresado a la librería con mi esposa y allí la encontré, posando en los anaqueles. Su mirada me cautivó y mientras mi esposa buscaba el libro “Nosotras que nos queremos tanto” de Marcela Serrano , yo le daba vueltas y la hojeaba. Volvimos varias veces a la librería en busca de otros títulos y allí estaba, me miraba y me sonreía, no me atrevía a abordarla, luego me animé y empezó a contarme su vida.
Wan Putao, asi se llama esta amiga, era una mujer campesina encantadora, decidida, valiente y muy sensual según la describen aquellos hombres que intentaron poseerla. No tenía la sensualidad insatisfecha y aristocrática de Lady Chaterly, ni la aristocracia seductora y devoradora de Ana Karenina, tampoco la sensualidad perturbadora y arribista de Naná,menos la inocencia sensual, volcánica y arrasadora de Madame de Rênal, todas ellas amigas mías y de mi esposa con quienes conversábamos en nuestra sala, en el dormitorio, los momentos de espera en los bancos, los colectivos, los aviones y en todo momento que había que esperar siempre estaban a nuestro lado.
Putao era una simple campesina impulsiva y tenaz, casi ignorante, que sobrevivió criando cerdos pero con una voluntad férrea para vivir con la que soportó todos los cambios políticos y sociales de China desde la guerra contra los japoneses, de las disputas entre el Kuomintang y el partido comunista chino, luego la gran Revolución cultural con sus grandes purgas y represiones y en la que los hijos acusaban a sus padre y las luchas internas de los dirigentes políticos. Ocultó a su padre durante 20 años en el sótano de su casa después que sobrevivió a un fusilamiento. Pese a su ignorancia, tenía un aura sensual en su cuerpo que los hombres querían poseerla y ella se entrego de acuerdo a su conveniencia para sobrevivir. A quién amó más? Quien fue su verdadero amor? Un músico ambulante con quien apenas cruzó un beso y tiempo después supo que había muerto con una hemorragia masiva.
No se que pasará contigo amiga mía, voy a terminar el libro, vas a terminar de contarme tu vida. En estos momentos estás peleando con la guardia comunista de tu comunidad que quiere entrar a tu casa en busca de ese fantasma que dicen haber visto en tu casa y que es la figura esquelética de tu padre. Me da pena saber que pronto te despedirás de mi. Te voy a extrañar. Tu vida ha sido muy interesante que me ha mantenido entretenido los últimos meses.
Wan Putao es el personaje central de la Novela “La Novena Viuda” de Geling Yang. Esta obra recibió el premio a la Mejor Novela en lengua china de 2006.