La dieta japonesa es muy rica es vegetales. Probé una gran variedad de éstos en formas, colores y sabores, todos nuevos para mí. Comen la berengena como entrada casi todos los días. Cada almuerzo era una aventura culinaria al paladear estos exóticas potajes. Como no va a ser exótico que te ofrezcan una jugosa tajada de papaya con un filete de pescado crudo encima.
Había un vegetal que por más que buscábamos la traducción de su nombre al inglés para luego traducirla al castellano, nunca lo encontramos y terminamos llamándola ” el paraguas de la rana” porque segun mi amigo Susumu Isoda, en las mangas (historietas) de las fábulas japonesas la rana siempre aparecía debajo de esta planta.
En Tokio,después de unas conferencias pasamos a almorzar, estaba que me moría de hambre. Todos sentados en el piso mientras servían los diferentes platos con abundantes vegetales . Mi amigo se encontraba a mi lado conversando con otro colega japonés, yo no pude resistir mi hambre y cogí un vegetal que estaba sevido en la mesa, su sabor era raro pero …..¡que vegetal no me sabía raro en Japón ! ….. Continué comiéndolo cuando mi amigo japonés me mira y me dice: “¡Jay!…¡ Éso no se come… Éso es un adorno de la mesa!”.